La Organización de las Naciones Unidas (ONU)
ha propuesto a todos los países del mundo,
que actúen según los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
para que todas las personas tengan una vida digna.
En el mundo,
hay algunas personas muy ricas y muchas muy pobres,
por lo que es necesario y urgente
atender a las más necesitadas.
No podemos permitir que mueran de hambre
miles de personas cada día,
la mayoría niños y niñas de entre 1 y 5 años,
a la vez que se invierte muchísimo dinero
en armas y gastos militares.
El dinero que se reserva para ayudar a los países en desarrollo,
para las catástrofes naturales, las situaciones de emergencia, etcétera;
se ha reducido hasta casi desaparecer en lugar de aumentar cada año.
Algunos países han formado grupos de 7, 8 o 20 países,
los llamados G7, G8 y G20
que han sustituido a las Naciones Unidas
e intentan gobernar sobre 193 países.
Lo peor, es que estos países
han cambiado los principios éticos por los mercantiles,
es decir, les importan más los beneficios económicos
que actuar de forma correcta
con las personas y con todos los países del mundo.
En la actualidad,
la Unión Europea solo es la unión de varios países
que comparten la misma moneda,
cuando lo que necesitamos es una unión social, política
y económica de los países
que se preocupe por conseguir el bienestar
y los intereses de toda la sociedad.
Es hora de actuar, de decir bien alto
aquello con lo que comienza la Carta de las Naciones Unidas:
“Nosotros los pueblos…”;
y exigir y luchar por el cambio,
sobre todo, pensando en las necesidades de los niños y niñas,
que son nuestra mayor responsabilidad.
Mirar a los ojos de todos esos niños
que están detrás de las alambradas de los campos de refugiados.
Mirarlos intentando llegar a un país mejor,
porque en el suyo no pueden sobrevivir.
Mirar a los ojos de los niños para darnos cuenta
que hay que cambiar esta cultura de dominación y violencia
por una cultura de encuentro, de diálogo, acuerdo y paz.
Mirar a los ojos de los niños para exigir
una rápida y fuerte unión democrática
entre países a nivel mundial,
que nos permita realizar sin retrasos
las urgentes transformaciones sociales.
Mirar todos a los ojos de los niños
para actuar con firmeza, y reducir el número de armas
sin reducir la seguridad en los países;
esto permitiría el acceso de todos a la alimentación, al agua potable,
a servicios de salud, a la educación, al cuidado del medio ambiente …
Que nadie se engañe:
o dejamos de mirar, de hacer como si nada pasara,
y pasamos a la acción,
a comportarnos como verdaderos ciudadanos
y hacer algo para conseguir un futuro mejor para todos;
o los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible
no servirán para nada,
como ya pasó con los Objetivos del Milenio.
Que las escuelas, profesores, científicos, intelectuales, artistas, etcétera,
dirijan y guíen la gran movilización,
el cambio que entre todos podemos conseguir
y que podría hacer realidad el sueño que compartimos:
una vida digna para todos los seres humanos.
