El ser humano es muy diverso, puesto que cada persona atesora unas capacidades más o menos parecidas o distintas a las del resto, y dentro de las mismas capacidades, cada persona tendrá más desarrolladas unas capacidades que otras.

La capacidad lectora es una de ellas y puede estar afectada o condicionada por diversas circunstancias. De hecho, se estima que alrededor de un 30% de la población tiene determinadas deficiencias lectoras o ciertas dificultades para la comprensión e interpretación de textos, ya sean transitorias o permanentes, y por distintas razones o motivos, lo cual implica grandes dificultades en lo que corresponde al acceso de estas personas a la Información, la Capacitación y la Cultura.

Partiendo de ello, se considera entonces que estas personas son sus principales destinatarios, los cuales pueden englobarse en diversos grupos, aunque muy bien delimitados:

  • Personas con discapacidad psíquica y/o intelectual o con algún trastorno del desarrollo cognitivo.
  • Personas mayores que padecen algún deterioro cognitivo, debido sobre todo a su longeva edad, y que tienen reducidas sus facultades intelectuales.
  • Población inmigrante de reciente llegada al país y con escaso dominio del idioma.
  • Personas con limitada formación académica.

Todos ellos serían calificados específicamente como colectivos vulnerables o en situación de  exclusión económica, socio-política,  artístico-cultural, laboral-profesional, educativa, etc.

Si bien, aunque la Lectura Fácil puede ser imprescindible para muchas personas, lo cierto es que parece más que útil para todas, especialmente cuando nos enfrentamos a contenidos expresados en un registro de la lengua poco habitual, de cierta complejidad técnica o de gran especialización en alguna materia concreta.

Así que, en definitiva, es para todas aquellas personas que consideren que la Lectura Fácil puede contribuir a potenciar sus facultades y capacidades para avanzar y desenvolverse más adecuadamente y con mayor independencia en el mundo que nos rodea; con una sociedad globalizada enclavada en una realidad en constante y continua evolución, que precisa la existencia de una participación ciudadana responsable, proactiva y auténtica.

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