El estándar homologado y validado de la “Lectura Fácil” se define como una técnica que permite expresar cualquier mensaje de forma directa, sencilla y clara, usando un lenguaje simple, aunque digno, para que todas las personas puedan entenderlo adecuadamente. Para ello, la preparación y edición de cualquier tipo de contenido (ya sea documental, audiovisual o digital) se realiza con un tratamiento especial de la Gramática, el Léxico y la Ortografía; sirviéndose igualmente de la Maquetación, en lo que respecta a la presentación de todos y cada uno de los elementos tanto escriturales como gráficos que componen el texto en cuestión; y empleando también el Diseño Gráfico, en lo relativo a la incorporación de Ilustraciones, elaboradas propiamente para dicho texto concreto, con un objetivo descriptivo del significado y sentido del mensaje, o bien, introduciendo pictogramas, con una finalidad aclaratoria, y como elementos de apoyo al texto.
Los contenidos expresados en versión de Lectura Fácil pueden clasificarse en muy diversas categorías según su más que variada temática: jurídico-legales, administrativos, formativos e informativos, políticos, artístico-culturales, de servicio, para el ocio y el entretenimiento, etcétera.